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Proyecto busca regar el Desierto de Atacama con agua de niebla

Estación Alto PatacheEsta iniciativa busca definir el número de hectáreas que podrían ser regadas solo utilizando agua de niebla. Se trata de un estudio interdisciplinario que aborda objetivos en las áreas de Agronomía, Geografía, Gobernanza y Ordenamiento Territorial, Energía Solar y Arquitectura, recientemente seleccionado en el primer concurso de FONDECYT Proyectos de Exploración de la ANID.

El desierto de Atacama tiene una extensión aproximada de 105.000 km² y es considerado el lugar no polar más seco del mundo. Esta zona, que se caracteriza por la alternancia sucesiva de cordones montañosos y valles de sentido transversal, representa casi el 10% del territorio nacional.

Cultivar en el desierto parece un desafío insalvable, pero un equipo de investigadores UC desarrolló una interesante propuesta "Como equipo vemos como una gran oportunidad desarrollar el sector agrícola a lo largo de las zonas costeras del Desierto de Atacama, basándonos en el uso de agua de niebla como insumo para el riego", explica Francisco Albornoz, académico de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, quien será el encargado de dirigir este proyecto interdisciplinario, que también tiene a Camilo del Río como Director alterno, a Virginia Carter y Pablo Osses como investigadores —los tres del Instituto de Geografía UC—, a Rodrigo Escobar de la Facultad de Ingeniería UC como investigador y finalmente a Lucas Vásquez, investigador de la Facultad de Arquitectura UC.

El proyecto "Establishing the basis for the use of fog water as the main source for agricultural production across The Atacama Desert" es financiado por los fondos de Exploración de la ANID, que buscan contribuir al desarrollo y consolidación de la investigación científico-tecnológica disruptiva, novedosa, de alta incertidumbre y con un alto potencial transformador a través de proyectos de investigación científico-tecnológica en todas las áreas del conocimiento. Si consideramos que, según la Superintendencia del Medio Ambiente, cerca del 54% del suelo chileno es considerado productivo, la extensión del desierto presenta un gran potencial para uso agrícola.

Estos fondos concursables fueron entregados por primera vez a fines de 2022, y los proyectos seleccionados cumplieron con los de excelencia, alta novedad científica e incertidumbre y potencial transformador, sin distinción de áreas o procedencia institucional.

Es que atreverse a cultivar en un territorio con estas características no es nada fácil: "creemos que el desarrollar agricultura en el desierto más árido del mundo, posicionaría a la región y a Chile como un laboratorio que permita identificar estrategias y desarrollar cultivos adaptados a la sequía, ofreciendo alternativas al cambio climático que está generando reducción en las precipitaciones a lo largo de todo el país", explica Albornoz.

Una mirada multisectorial para un problema global

Si bien ya se han desarrollado algunos proyectos que exploran el uso del agua de niebla para el agro, principalmente mediante el uso de tecnología para desalinizar el agua, esta propuesta apunta a complementar estas iniciativas y transformarlas a gran escala: "En la última década, se ha estado desarrollando un grupo de productores hidropónicos al norte de la ciudad de Antofagasta, quienes utilizan agua de la planta desaladora que abastece la ciudad. Nuestra propuesta apunta a complementa estas medidas, desacoplando la producción agrícola de la disponibilidad de agua potable o agua de plantas desaladoras, que son caras de instalar, reemplazándolas por atrapanieblas que son estructuras mucho más económicas", explica Albornoz.

El investigador asegura que "el Desierto de Atacama cuenta con características climáticas ideales para la producción de cultivos a lo largo del año. Sin embargo, actualmente la disponibilidad de agua de riego y la calidad de los suelos, limitan la producción sólo a valles y quebradas costeras, como el Valle de Azapa o la quebrada de Camarones".

El proyecto contará con dos sitios experimentales: uno en la Estación Atacama UC (Alto Patache) ubicada al sur de Iquique y otro en el sector de Falda Verde, cercano al Parque Nacional Pan de Azúcar. Allí se establecerán cultivos al aire libre y bajo invernadero para evaluar la eficiencia en el uso del agua en un período de 36 meses, durante los cuales se espera establecer las bases para la producción agrícola a gran escala en el Desierto de Atacama.

Identificar la variabilidad del recurso niebla es una alternativa necesaria en el escenario de cambio global, pues "en primer lugar, aporta seguridad alimentaria al incorporar nueva superficie cultivable capaz de alimentar a la población local y exportar productos a otras zonas del país. En segundo lugar, podría generar un polo de desarrollo agrícola en la zona", explica Albornoz. Así, se busca tender puentes para la incorporación y conexión de distintas tecnologías en las áreas de colección y almacenamiento a gran escala de agua de niebla, uso de energía solar para los procesos productivos, diseño de invernaderos específicos para la zona, desarrollo y planificación territorial, entre muchas otras.

Ficha Técnica:

Nombre del proyecto: Establishing the basis for the use of fog water as the main source for agricultural production across The Atacama Desert.

Director: Francisco Albornoz, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal

Director Alterno: Camilo del Río, Instituto de Geografía UC

Duración: 36 meses

Financiamiento: Proyectos de Exploración 2022, ANID

Objetivo General: Definir el potencial de la producción agrícola a gran escala en el Desierto de Atacama (19°S - 29°S) utilizando el agua de niebla como insumo para el riego de los cultivos. Esto es, definir la superficie (número de hectáreas) que se pueden incorporar bajo riego en el desierto más árido del mundo sólo dependiendo de la captura de agua de niebla.

Objetivos Específicos:
(1) Caracterizar la variabilidad espacio-temporal del rendimiento de colecta de agua de niebla entre las Regiones de Tarapacá y Atacama;
(2) Evaluar la calidad química del agua colectada;
(3) Desarrollar un modelo físico para estimar el rendimiento de agua colectada a lo largo del año en el territorio;
(4) Determinar la eficiencia en el uso del agua en cultivos al aire libre y bajo invernadero establecidos en el territorio; y (5) Analizar las regulaciones de ordenamiento territorial que permitan incentivar el desarrollo agrícola en las áreas costeras del Desierto de Atacama, identificando actores regionales claves.

 

Créditos Fotografía: Vicerrectoría de Investigación.

Llamados a dar testimonio de alegría y esperanza, más de 1.100 jóvenes recorren Chile

Voluntarios de Capilla País, Misión País, Siembra UC, Viviendas y Coro Misión País, estarán diez días con comunidades de 46 localidades, de 9 regiones de Chile, desde Alto Hospicio (R. Tarapacá) hasta Puelo (R. Los Lagos). Los jóvenes, estudiantes secundarios y universitarios, construirán capillas, salones parroquiales y casas, además de compartir con las comunidades y entregar su testimonio de fe.

Por primera vez, 140 jóvenes construirán 7 casas en 10 días. Se trata de un proyecto completamente nuevo de la Pastoral UC, que edificará casas de 36 o 54 metros cuadrados en Lampa y Batuco. Bajo el nombre de Viviendas, la iniciativa beneficiará a personas seleccionadas por la propia Municipalidad de Lampa y promete entregar mucho más que una estructura, sino más bien un hogar.

Este proyecto se suma a Misión País, Capilla País, Siembra UC y Coro Misión País, iniciativas de la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile, cuyos voluntarios estarán entre el 4 y el 13 de enero construyendo capillas y hogares, además de acompañar a las personas entregando el mensaje de esperanza en Cristo, en 46 localidades de 9 regiones del país. En esta ocasión será desde Alto Hospicio (Iquique) hasta Puelo (Chiloé), es decir, desde la región de Tarapacá, hasta la de Los Lagos.

Este miércoles 4 de enero, 1.150 jóvenes, acompañados por 22 consagrados, participaron de una Misa de envío en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín de la UC, donde escucharon palabras de los coordinadores de sus proyectos, del rector Ignacio Sánchez y del Capellán Mayor de la UC, antes de trasladarse en buses a las localidades donde realizarán su misión.

En la homilía, el Capellán Mayor UC, Pbro. Jorge Merino, sostuvo ante los voluntarios que "verlos llegar esta mañana con sus bolsos y encontrarse entre ustedes es una verdadera fiesta, ¡esto es una fiesta de la fe! Y, así como nosotros estamos aquí, hay muchos jóvenes de otros lugares de Chile que también están dando parte de sus vacaciones para compartir con los demás".

"Yo les aseguro que lo que vamos a vivir estos días, nos va llenar el corazón de una manera que sólo Dios puede hacer. Es lo que pasa cuando uno sale de sí mismo y se entrega a los demás. Y ustedes lo han experimentado ya", expresó el sacerdote, añadiendo que "cuando Dios nos hace una invitación, y nosotros decimos que sí, eso nos llena el corazón".

El rector Ignacio Sánchez, en tanto, expresó que "estoy feliz de acompañarlos. Es muy emocionante estar aquí. (...) Se ha dicho mucho que en misiones y trabajos, uno siempre trae de vuelta más que lo que deja. Uno trae más porque se encuentra con las comunidades, y ellas nos dan su esperanza y anhelo. Cuando visito a las comunidades, ellas me agradecen por estos embajadores de la Universidad Católica, eso es muy grato".

"Yo creo que no hay mejor manera de partir este año que teniendo este encuentro con ustedes, tener esta ceremonia, esta misa de envío y poder celebrar esta eucaristía de agradecimiento por todo lo que hemos recibido y también pidiendo al Señor que los cuide, los acompañe y los fortalezca en las tareas que van a hacer", puntualizó el rector.

Jóvenes liderando jóvenes

Cada proyecto es coordinado por un equipo voluntario de estudiantes de la UC que, durante un año, se hacen cargo de liderar las iniciativas, ultimando los detalles para que se efectúen correctamente. Además, entregan los lineamientos respecto al espíritu que moviliza a cada grupo de voluntarios.

Misión País es un proyecto estudiantil que desde el año 2004 ha llevado a más de 30.000 jóvenes misioneros a cerca de 500 zonas de Arica a Punta Arenas. Desde su identidad misionera, el proyecto busca responder a las necesidades de la Iglesia chilena prestando ayuda a todas las diócesis del país (https://www.misionpais.cl/).

"Desde abril de 2022 nosotros empezamos con las preparaciones para estas misiones y en agosto empezó a tomar forma de a poco, con el consejo, jefes de zona, equipos y voluntarios. Así es que es una preparación que lleva casi todo un año, aunque se ha visto más trabajo en los últimos meses", cuenta Teresita Grohnert, coordinadora nacional de Misión País.

Asimismo, recalca que "vamos a estar en distintas partes de Chile, de norte a sur, comenzando en Alto Hospicio y terminando en Puelo. Son lugares más alejados, que quizás es más difícil de llegar, pero que como Misión País tenemos la capacidad y las ganas de poder hacerlo. (...) Queremos generar esta identidad nacional a través del Evangelio y lo que es Jesús, que es lo que busca Misión País: hacer un proyecto nacional, hacer Iglesia a lo largo de Chile", señala Grohnert.

Por su parte, Capilla País nació como una iniciativa que buscaba construir nuevos templos de cara a la visita del Papa Francisco a Chile, en 2018, en periferias urbanas donde la Iglesia no se ha podido expandir. Esto, además de compartir una experiencia de encuentro con las comunidades visitadas. Desde su creación han construido 101 capillas (https://www.capillapais.cl/).

José Andrés Prado, coordinador nacional de Capilla País, cuenta que "vamos a hacer doce construcciones y reconstrucciones de capillas, además de mejoramiento de las áreas de un hogar. Queremos lograr llegar a zonas muy periféricas de nuestro país y que no tienen mucha ayuda. Poder demostrar que, aunque seamos voluntarios, tenemos la fuerza y la organización necesaria para llegar a estos lugares, generando un cambio concreto".

"Esperamos impactar de manera positiva en las comunidades, lograr revivir una fe que se ha visto impactada el último tiempo, que a través de Capilla País, crean y sientan que también son embajadores de Cristo", indica.

Siembra UC es un proyecto misionero donde universitarios lideran grupos de escolares de III° y IV° medio, generando espacios de formación e intercambio vocacional, además de llevar la palabra de Cristo con la vitalidad que los caracteriza (https://www.siembrauc.cl/).

Francisco Errázuriz, coordinador general del proyecto, refiere que "lo que queremos es generar una respuesta al llamado de Dios a la santidad, trabajado la esperanza y la valentía. Esperanza, porque queremos dejar e irradiar esa energía y alegría del católico. Y valentía respecto a la coherencia de ser católico hoy".

"Nos gustaría mostrar una Iglesia joven y viva, una Iglesia en salida, dispuesta a compartir, a entregarlo todo. Los voluntarios son una esperanza para nuestra Iglesia Católica, que pese a las crisis, sigue estando ahí, más firme que nunca", explica el coordinador de Siembra.

El Coro Misión País busca ser un instrumento para que Cristo llegue a los corazones de todas las personas, a través de la música y el canto. Ellos recorrerán las distintas comunidades facilitando el encuentro con Dios a través de sus canciones. (https://www.coromisionpais.cl/). "Creemos que la música tiene la capacidad de transformar: transformar una oración en un encuentro íntimo con Cristo; transformar una misión en una amistad profunda; transformar una construcción en un lugar alegre; transformar un corazón en un corazón encendido", sostuvieron los coordinadores generales del proyecto, María José Chadwick y Manuel Jouanne.

Finalmente, el proyecto Viviendas busca contribuir en la superación del déficit habitacional en Chile, a través de la construcción de casas para que familias vulnerables puedan hacer hogar, crecer y desarrollarse familiarmente. Este 2023 es el primer año de la iniciativa (https://www.instagram.com/proyecto_viviendas/). "Han sido meses bien intensos, pero con harta alegría y esperanza, sobre todo habiendo compartido con las comunidades, con las familias, lo que nos deja más esperanzados, sabiendo que estamos ayudando en la construcción de un hogar", relata Ingrid Ordóñez, coordinadora general de la iniciativa.

"En total, vamos más de 140 voluntarios. Estamos sorprendidos con la cantidad de personas que quisieron participar. Y es que se trata de una problemática social que convoca. Yo creo que si lo que uno propone hace sentido, los voluntarios van a llegar. En Viviendas no es sólo construir casas, es construir hogares; quizás una manera 'más simple' de llegar a las personas, mucho más concreta", recalca la coordinadora.

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