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La COP26 según la mirada entregada por dos estudiantes de la Facultad

Fotografía de grupo durante la conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio ClimáticoEste pasado viernes 12 de noviembre culminó la Cumbre de Cambio Climático en Escocia. Un evento enmarcado por la emergencia ambiental que se está intensificando con consecuencias en todas las regiones del planeta. Vivimos esta Conferencia de las Partes, COP26, in situ a través de dos estudiantes de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC. Desde Glasgow ellos relataron su experiencia.

La urgencia climática es una realidad. Diferentes fenómenos como sequías, inundaciones, aluviones, incendios, entre otros, que han afectado a diferentes regiones del planeta dan cuenta de los efectos inmediatos del cambio climático. De hecho, científicos de todo el mundo aseguran que el tiempo para evitar daños irreversibles al lugar que habitamos se está acabando. Por ello, es momento de actuar ahora.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2021 será la 26.ª conferencia de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) y se desarrolló desde el 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow, Escocia.

Esta cumbre reúne a líderes mundiales y a responsables de negociación de cada país para debatir qué acciones se deben tomar con tal de frenar el avance del cambio climático. Sin embargo, este evento también congrega a observadores internacionales que cumplen un rol legitimador de este proceso, ya que tienen acceso a la mayoría de las instancias pudiendo ver in situ cómo se llevan a cabo estas negociaciones. Y es así como bajo esta última figura, Benjamín Navarro y John Kimber, estudiantes de Ingeniería Forestal de la UC, son parte de la COP26 y nos cuentan su experiencia en este evento y lo que se espera de la mayor cumbre climática del año.

En este escenario, John, afirma que la publicación del sexto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), dos meses antes de esta conferencia, “es extremadamente importante porque los políticos no son expertos en esta materia y que todos los expertos más grandes en cambio climático del mundo hayan lanzado un informe en donde se plasman todos los daños y efectos que cada día se pueden notar más, es el marco ideal para que los líderes del mundo, que finalmente tienen el futuro del planeta en sus manos, puedan tomar las mejores decisiones”.

Sin embargo, antes de la COP, nuestros enviados especiales tuvieron la oportunidad de participar en la Conference of Youth (COY), en donde jóvenes de más de 140 países levantaron sus voces de alerta en un documento que fue entregado al presidente de la COP, Alok Sharma. “Uno de los puntos relevantes de este informe es que en la mayoría de los discursos se releva la importancia del empoderamiento y la participación juvenil en esta problemática”, explica Benjamín Navarro. A lo que John agrega: “Se siente que los adultos que están en el poder quieren involucrar a la juventud”.

Los primeros días de la COP 26

Según cuentan Benjamín Navarro y John Kimber, los primeros días de la COP, que partió el pasado domingo 31 de octubre, ha sido principalmente de la “World Leaders Summit”, es decir, las instancias más políticas y de definición de cuáles serán los lineamientos que va a tener este proceso luego de estas conversaciones. “Es el momento en donde se sientan las bases de la dirección que tendrá esta cumbre climática”, explica Benjamín.

De hecho, una vez terminada esta instancia de definición entre líderes mundiales, parten las negociaciones oficiales entre naciones, pero a pesar de lo anterior, los estudiantes UC, aclaran que muchas veces los encuentros de negociación entre los representantes de cada país se generan en espacios más informales y no tan solo en los plenarios oficiales del evento.

Dentro de las experiencias que han podido rescatar en estos días de COP, tanto John como Benjamín, afirman que su participación en instancias de talleres y charlas ha sido muy enriquecedora. “Entre lunes y martes asistí a un workshop de Género y Cambio Climático, en donde se trataba la importancia de visibilizar esta dimensión en la problemática”, manifiesta John. Por su parte, Benjamín, recalca la reunión que pudieron tener con la delegación chilena, junto a la Ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt; y el Ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve; y el Champion Gonzalo Muñoz”. 

Un encuentro que se desarrolló hasta el 12 de noviembre en donde líderes de todo el mundo deciden las acciones necesarias para limitar el calentamiento global a 1,5°C y augurar un futuro para nuestro planeta y todos los seres vivos que lo habitamos.

 

Juliana Vianna en Instituto Milenio BASE: Investigación antártica con perspectiva interdisciplinaria, internacional y femenina

Juliana Vianna en una de las campañas antárticas para el estudio del genóma de pingüinos.La investigadora y académica de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal UC forma parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE). El centro de excelencia científica no sólo velará por la conservación de la biodiversidad del continente blanco ante el cambio climático, sino también por la equidad de género en la formación de las próximas y próximos líderes de conocimiento en el área.

En el último año, la investigadora Juliana Vianna ha sumado -por mencionar sólo algunos hitos- una publicación sobre el origen de los pingüinos en la prestigiosa revista PNAS, la adjudicación de un Fondecyt y, ahora, de un centro con financiamiento basal para centros científicos y tecnológicos de excelencia ANID.

La académica es parte del Instituto Milenio de Biodiversidad Antártica y Ecosistemas Subantárticos (BASE), dirigido por Elie Poulin de la Universidad de Chile. Un proyecto de continuidad del Anillo “Genomics Antartic Biodiversity”, y que se centraba principalmente en la genómica, en los organismos antárticos y algunos subantárticos, enfocado en aspectos más evolutivos, sobre adaptación y diferencias poblacionales de la fauna nativa.

BASE continuará esa línea -observando efectos de los cambios climáticos pasados, efectos de la conectividad entre las poblaciones antárticas y subantárticas-, para comprender los cambios en la distribución de las especies endémicas, pero además analizará especies introducidas y su potencial de invasión a la Antártica producto del cambio climático.

Trabajarán estudiando desde microorganismos, artrópodos terrestres y peces hasta grandes vertebrados, como ballenas, pasando por los pingüinos que analiza la académica hace ya una década. “Expandimos aún más el proyecto para llegar a la aplicación de nuestros resultados para la conservación de la biodiversidad antártica y subantártica”, señaló Vianna.

A largo plazo, el Instituto podrá crear grandes bases de datos sobre caracterización, fisiología, genómica y distribución de las especies. Toda esta información permitirá aplicar los resultados a la conservación a través de investigadores que participan directamente en cumbres internacionales, como la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR), para la toma de decisiones que incorporen datos científicos y que reúne representantes de los diferentes países en relación a la conservación de la diversidad antártica. También trabajarán con el abogado Luis Valentín, experto en el estudio de ley y tratados internacionales antárticos.

Colaboraciones Internacionales

El Centro cuenta con un grupo de investigadoras e investigadores interdisciplinarios y de diversos orígenes. Además, sostendrán colaboraciones internacionales con muchos países, entre ellas, aquellas naciones que cuentan con territorios subantárticos para la recolección de muestras y datos.

“Es maravilloso trabajar con investigadores de distintos puntos del mundo que tienen objetivos en común, principalmente conservar el territorio antártico y subantártico, y que continúe siendo un espacio fértil para el desarrollo de la ciencia. Se aprende mucho ya que es un mundo diferente donde, en un par de pasos, entras a territorio ruso con excelente disposición para colaborar. Ahí Chile es reconocido por la buena calidad de la ciencia que hace”, destaca la académica.

En algunos países, como el Reino Unido y Noruega, existen institutos de investigación dedicados a la Antártica, mientras que otros, como Estados Unidos y Francia, ofrecen la alternativa de realizar proyectos en dicho territorio. El Instituto Milenio BASE permitirá coordinar el trabajo con estos diferentes actores, incorporando en su propio equipo profesionales chilenos, brasileños, como es el caso de Juliana, y franceses, como es el caso de Elie Poulin, su director.

 “El desafío a largo plazo es integrar todos estos datos de las diferentes disciplinas. Para ello, quereos generar modelos de distribución de especies, tanto nativas como las potenciales invasoras, uniendo todos los datos que generamos de genomas, fisiología, condiciones ambientales y distribución actual e histórica, con lo que podremos construir esos modelos que predicen qué pasará con las especies ante el cambio climático, por ejemplo, cuáles serán las más afectadas. A partir de esta evidencia, y con el conocimiento legal, podremos llevar la evidencia a las reuniones internacionales y empujar leyes que generen cambios para proteger la biodiversidad”

El rol de las mujeres en la Antártica

El 40% del equipo de BASE es conformado por mujeres, una decisión que no es casualidad. “Es muy importante porque es parte de los objetivos del proyecto construir capital humano avanzado para la ciencia antártica del futuro, y en este proyecto, las investigadoras principales, podremos compartir experiencias sobre la discriminación y dificultades que hemos vivido sólo por ser mujeres, y cómo hemos crecido pese a ellas. Desde el proyecto, trabajaremos para cambiar esto”, destaca Juliana.

Como una primera medida, el equipo de BASE contará con la participación de investigadoras de pre y postgrado que trabajaron en el Anillo y que se perfilan como las próximas líderes en su área. Por lo mismo, tienen por objetivo cambiar algunas políticas en las comisiones de selección e incorporar la equidad de género para entregar oportunidades laborales a dichas investigadoras.

Además, Juliana es la primera en abrir las puertas a estudiantes de pre, postgrado y postdoctorados para sumarse al proyecto a través de sus tesis con apoyo financiero proveniente del mismo BASE, como del Fondecyt que dirige y de un proyecto antártico con INACH.

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