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Conocer, valorar y preservar: un Manual de Ciencia Ciudadana para la biodiversidad en Magallanes

Los académicos de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal (FAIF), Tania Zaviezo y Sebastián Escobar, elaboraron una guía que busca entregar herramientas para la conservación de este territorio. El documento fue desarrollado junto a diversas organizaciones locales y nacionales que promueven la ciencia y el conocimiento a nivel ciudadano.

  La región de Magallanes cuenta con hábitats y una biodiversidad única que se ven particularmente amenazados por el cambio climático, la pesca ilegal y la expansión productiva no sostenible. La ciencia tiene bastante que decir al respecto, y sus ciudadanos también. Convencidos de esto, académicos de la FAIF colaboraron en la redacción de un Manual de Ciencia Ciudadana que condensa un enfoque colaborativo en la identificación y valoración de la biodiversidad en el territorio austral.

  Tania Zaviezo, entomóloga y profesora de la Facultad, cuenta con una vasta experiencia en este tipo de iniciativas a través del proyecto sobre la Chinita Arlequin, una especie invasora que monitorea su distribución a través del reporte de personas en todo el país. En esta ocasión, trabajó en el desarrollo de una metodología para identificar las principales inquietudes, prioridades y barreras de los habitantes de Magallanes, para comprender su relación con la biodiversidad.
"El objetivo a largo plazo es que, con este tipo de proyectos e información, se influencien políticas públicas que tienen que ver con conservación de ciertos hábitats, especies y regulación de industrias. En un contexto más acotado, también quisimos promover la valoración de los ciudadanos de Magallanes, su conexión local con su biodiversidad y la ciencia, que puede ser radicalmente distinta a la que tiene alguien de Santiago con su entorno", señala Zaviezo.

  El manual no sólo ofrece una lista de las especies de flora y fauna que conviven junto a los habitantes de la región, también permite conectar con plataformas y expertos en tiempo real que pueden enriquecer con información y, al mismo tiempo, enriquecer sus repositorios de observaciones gracias a los datos entregados por la gente. No es necesario aventurarse muy lejos para aplicar este documento, ya que se elaboró "pensando en el barrio" y considerando las especies que pueden encontrarse en una plaza o las inmediaciones de los colegios, de forma que sirve tanto a profesores, como estudiantes, asociaciones de vecinos, grupos de scout o cualquier interesado.

Así lo explica Sebastián Escobar, profesor FAIF y director de la Fundación Ciencia Ciudadana: "No sólo generamos un manual para enumerar o poner una lista de especies propias de una zona que, finalmente, las personas ya pueden conocer. Si te encuentras con un liquen, una planta, un mamífero o un ave, dentro del libro encuentras herramientas y plataformas que son totalmente gratuitas, abiertas y de fácil uso que pueden ayudarte en tiempo real a reconocer de qué especie se trata".

  "El libro tiene ese aporte, que es vivencial y ofrece una invitación a que conozcas más tu región, y que puedas identificar y contribuir, generando un sentido de pertenencia, comprender que el ave que viste no sólo es un ave, sino qué tipo, si está en peligro y cómo el comportamiento que tenemos dentro de la ciudad puede impactar sobre ella, finalmente para cuidar más los bosques y la flora", agrega Escobar.

  En ese sentido, la profesora Tania Zaviezo también indica que "efectivamente, conocer, valorar y preservar la biodiversidad está directamente relacionado con la actual pandemia. El contexto nos obliga a estudiar el traspaso de enfermedades de la vida silvestre al ser humano a través de proyectos de ciencia ciudadana".

  El Manual de Ciencia Ciudadana para la Biodiversidad está disponible para descarga gratuita y fue realizado en colaboración con Corporación Nacional Forestal de Magallanes, Fundación Ciencia Ciudadana, Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile, y Proyecto Chinita Arlequín. Fue financiado por el Gobierno Regional de Magallanes y de la Antártica Chilena, a través de sus fondos concursables, y el Proyecto Fondecyt 1180533. Y, por su puesto, gracias a todas las personas que colaboraron con su conocimiento y experiencia a través de las encuestas.

 

La fotografía de la portada es de Gregor Stipicić Escauriaza y forma parte del manual.

Marlene Mejías cumple 30 años trabajando en Agroanálisis UC

Hace ya tres décadas, Marlene Mejías llegó a integrar el equipo de Agroanálisis realizando estudios en diferentes matrices como suelo, hoja y agua, entre otros. Su equipo destaca que, gracias a sus capacidades y perseverancia, asumió como Jefa de laboratorio, cargo que desempeña hasta el día de hoy.


En ese sentido, Claudia Bonomelli, miembro del Directorio del laboratorio Agroanalisis destaca que "Marlene llegó muy joven a trabajar a la UC, siguiendo con una estricta y continua formación a mano de la químico Sra. Norma Saavedra, cuya rigurosidad analítica conoció la Comisión de Normalización y Acreditación de la Sociedad Chilena de la Ciencia de Suelo. Esta prolijidad y perfección en los procedimientos analíticos hizo que Marlene creciera como profesional de alto nivel, cumpliendo con los más exigentes estándares de calidad, dando como resultado que nunca ha fallado en una analítica, en las rondas de acreditación. En distintos tiempos, con más o menos dificultades, ha logrado como jefa del laboratorio, mantener un estándar de excelencia".
Por su parte, Liza Jofré, Directora ejecutiva del laboratorio, valoró "su alto grado de compromiso durante todos estos años, ha estado en las mejores y peores situaciones del laboratorio y ha sabido liderar a un grupo importante de analistas, con el cual ha sido capaz de cumplir todos los objetivos establecidos incluso ante tanta adversidad. Sin lugar a dudas, su compromiso, entrega, sabiduría, experiencia, lealtad, rigurosidad y generosidad han dejado una huella en todas las personas que la conocemos".
Durante su carrera, Marlene Mejías ha liderado numerosas acreditaciones en las cuales el laboratorio ha participado con instituciones como el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y la Comisión de Normalización y Acreditación de la Sociedad Chilena de la Ciencia de Suelo, obteniendo siempre la acreditación en la totalidad de analíticas exigidas en esas rondas interlaboratorios.

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